Rosa María, nombre ficticio, llegó a mi consulta cansada y algo desesperada, es una mujer dinámica, ya en sus cuarenta, de espíritu muy joven, que con hijos adolescentes encontró en el pádel una herramienta de distracción y liberación, he ahí su desesperación.

Me cuenta que hace más de un año que lleva arrastrando una lesión en su codo derecho, en el epicóndilo para ser más exactos en el tendón común de los músculos extensores, el llamado codo de tenista, y aunque ha intentado muchas cosas, ha estado tomando medicación, al principio le aliviaba, pero cuando volvía a jugar, tenía que dejarlo, después probó distintas terapias, con compañeros, también hay que decir que no fue muy estricta con las recomendaciones que le dieron, y no acudió cuando debía, con lo que al final se cronificó el proceso.

 

Le recomiendo, qué dado que la lesión de tendinopatía lleva tanto tiempo y está tan cronificada, que en su caso sería bueno intentar realizar una electrolisis percutánea terapéutica, ya que otros métodos no invasivos no hay funcionado.

¿Qué es la electrolisis percutánea?

Le explico que la técnica es invasiva, es decir, que introducimos una aguja en el tejido diana, en este caso el tendón, a la cual le vamos a dar corriente continua galvánica durante poco más de un minuto a una intensidad de 350 microamperios.

Se realiza de manera eco-guiada para ver que la aguja está donde queremos.

¿Cómo funciona?

La aguja la enganchamos al polo negativo (ánodo) y colocamos el positivo (Cátodo) con un electrodo en otra zona del cuerpo cerca de la aguja, en posición craneal, es decir dirección hacia la cabeza. Con lo que realizamos un circuito.

 

¿Qué produce?

Este paso de corriente genera en el polo negativo la producción entre otros del gas hidróxido de sodio, este lo que produce es una destrucción de la célula dañada dónde queremos que el colágeno que se ha quedado en tipo III, necesario para sanar la pero que no ha pasado a tipo I, sea eliminada mediante la fagocitosis y los distintos procesos que tiene el cuerpo para regenera, estimulando a los fibroblastos que generarán de nuevo colágeno y elastina.

Es decir, volvemos a inflamar la zona, ya que el sistema no había resuelto la lesión, regresamos a la primera etapa y dejamos que el cuerpo haga las distintas fases regenerativas y resolutivas que no pudo hacer antes.

¿Duele?

El proceso puede ser algo molesto, al introducir la aguja, pero tolerable. Se puede sentir presión durante ese tiempo y el paso de la corriente, aunque se produce algo de inflamación no debería doler, también es cierto que depende del umbral del dolor del paciente.

¿En qué lesiones está indicado?

Sobre todo, en lesiones de tendinopatías muy cronificadas, que llevan una evolución tediosa.

  • Tendón rotuliano.
  • Tendón de Aquiles.
  • Tendón del supraespinoso.
  • Epicóndilo.
  • Isquiotibiales.
  • Fascia Plantar.
  • Pubalgia.

¿Cuándo está contraindicado?

Cuando haya infección, tumoración, o procesos neoplásicos en la zona, enfermedad de tipo hemorrágico.

 

 

Rosa María, comienza el tratamiento, en dónde, aparte de realizarle la electrolisis que tolera muy bien, se le pauta en principio reposo durante 3 días, después ejercicios isométricos, ejercicios dinámicos en resistencia poco a poco ascendente, siempre viendo y controlando su tolerancia y ejercicios dinámicos.

La vemos dos sesiones más una cada semana. Y a la tercera, dice que se encuentra mucho mejor.

Ya han pasado 3 meses y me comenta que está muy contenta y feliz con su pádel.

Fisioderma.

Mª Antonia García Mendoza.